El otro día, preparando con mi hija un examen de filosofía que haría días después, me comentaba lo absurdo que le parecía a ella el tener que estudiar las ocurrencias de ciertos personajes históricos que, en un momento dado y sin pensar si quiera, imagino yo, la transcendencia que tendrían, años, siglos e incluso en algunos casos milenios después, lanzaron frases al aire como el que lanza una piedra.
Puede parecer absurdo, bueno a su edad no se le da importancia a ciertas cosas, pero a mi modo de ver, a parte de que personalmente me fascina la filosofía creo que es una de las asignaturas mas importante para la educación de los adolescentes y jóvenes. Es mas creo que es tan importante a la hora de formar a las personas que no me explico como no la han quitado aún del sistema educativo actual.
Pensarán que me contradigo, que lo que estoy diciendo no tiene sentido, pero para mi tiene mucho.
Lo importante de la filosofía, siempre a mi modo de ver, no es que Sócrates dijera:”sólo se que no se nada” o que a Descartes se le ocurriera decir:”si pienso luego existo” o que Ortega y Gasset dijera:”yo soy yo y mis circunstancias”. No, la importancia de la filosofía no es lo que pensaron otros sino lo que podamos llegar a pensar nosotros. La filosofía nos enseña a pensar, a razonar, a dudar y a sorprendernos de todo lo que nos rodea. Sin estas capacidades las personas dejamos de ser individuos para convertirnos en masa, una masa de cuerpos cuyos cerebros se van poco a poco atrofiando de no usarlos. Nos acostumbramos a decir “si” a todo lo que nos llega por medio de la televisión, la radio y los periódicos. Nuestro cerebro procesa toda información como verdades categóricas sin darnos la opción a nosotros mismos de negarlo, afirmarlo o dudarlo.
Si malo es que un pequeño grupo de oligarcas que gobiernan el mundo de la comunicación manipulen nuestras decisiones políticas, nuestro modo de vida y nuestras preferencias en la vida, convirtiéndonos en autómatas manipulados y sedentarios, peor aún es que hayamos perdido la capacidad de sorprendernos por todas las maravillas que nos rodean y no hablo de las maravillas creadas por el hombre con la alta tecnología que poseemos, que para eso si nos programan el cerebro, para seguir avanzando científicamente en todo aquello que nos haga la vida mas cómoda y mas confortable aunque ello vaya en detrimento de nuestro cuerpo y de la madre tierra. No, yo hablo de aquellas pequeñas cosas que tenemos, que nos rodean, que son maravillosas y que no echamos cuenta, por que nos encerramos en casa con toda nuestra tecnología y no salimos a la calle, nos sentamos delante de nuestra pantalla enorme de TFT y preferimos ver los documentales pudiendo ver la naturaleza en vivo y disfrutar de la variedad de arboles y plantas que tenemos y dar las gracias a la madre tierra por proporcionárnosla. Nos quedamos calentitos en casa con el aire acondicionado en lugar de colocarnos un abrigo y una bufanda y disfrutar del aire frio y sano en la cara, nos da miedo que unas gotas de agua caída del cielo nos estropee nuestro el tinte químico que nos ponemos para tapar los años vividos y las experiencias acumuladas. Si no salimos a la calle como vamos a sorprendernos de la riqueza que nos rodea!!!! el mar, las mareas, la luna, las estrellas, la lluvia, las flores, las personas de nuestro alrededor, como crecen los niños, como envejecen los adultos, las sonrisas de las buenas gentes. Nos daríamos cuenta de que hay mucha gente necesitada y de que gastamos dinero en cosas inútiles, de que el mundo está muy mal repartido, de que casi no se puede respirar en las grandes ciudades, repararíamos sin duda en que hay mas coches que peatones, en que los parques están vacios de niños y los que hay tienen en la mano una maquina electrónica en lugar de un balón de futbol, nos daríamos cuenta de que el zapatero ha desaparecido y las recovas!!!! que han sido de aquellas pequeñas tiendas donde te vendían huevos, leche y pollo, y las panaderías!!! ya no hay panaderías, ni técnicos de televisores, tampoco relojeros. Ya nada se repara, usamos y tiramos, usamos y tiramos y nadie se sorprende de nada.
Tenemos el cerebro para pensar, eso nos hace seres humanos. Pensemos, observemos y sobretodo sorprendámonos, dejemos de ser autómatas y volvamos a ser personas, le haríamos un gran favor a la humanidad.
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